Descripción
Fruto de la higuera, de la familia de las moráceas, piriforme y globuloso, que se consume fresco o seco. Originario de Oriente, el higo era ya muy apreciado por antiguas civilizaciones. Los higos frescos son bastante energéticos (52 kcal o 217 kJ por cada 100 g de higos frescos), ricos en glúcidos (12 g por 100 g de higos frescos), en potasio y en vitaminas. Cuando están maduros presentan pequeñas grietas superficiales y resisten mal a la presión del dedo, pero no deben estar demasiado blandos. La firmeza del rabillo es un buen índice de frescor. Los higos se consumen al natural o se preparan en dulce. También se sirven como entremés frío, con jamón crudo. Los violetas de piel gruesa acompañan al pato, el conejo, la pintada y el cerdo. También se hacen confituras y distintas bebidas fermentadas, como la boukha tunecina. Los higos secos son muy nutritivos (260 kcal o 1,086 kJ por cada 100 g de higos secos), ricos en azúcar (62 g por cada 100 g de higos secos) y en vitaminas. Son blancos, secados en primer lugar al sol, lavados con agua de mar y luego desecados en cámara a temperatura constante. Son muy perfumados, oscuros e hinchados al principio de temporada, pero se van secando progresivamente y cada vez son más claros. Los higos secos acompañan muy bien al cerdo o el conejo, como las ciruelas pasas. Es mejor elegir higos vendidos a granel que los que se encuentran en barquillas o cestas siempre y cuando se especifique su origen. Además de energía, los higos aportan mucha fibra (3 gramos por cada ración de 100 gramos), y minerales como el calcio y el magnesio, especialmente concentrados en el higo seco. El valor nutritivo de los higos cambia en función de si se consumen frescos o secos. En los secos, los valores nutritivos se multiplican por tres debido a la pérdida de agua. Los higos maduran desde final de julio hasta noviembre, aunque la mejor temporada es a final de verano. Y si tenemos la duda de si se tratan de higos o breves, todo depende de la maduración. Las brevas son higos que no consiguen madurar en otoño. Se quedan todo el invierno en el árbol como pequeños botones y en primavera completan su maduración. Los higos combinan de manera excelente con setas como el shitake; hojas verdes como espinacas, rúcula, escarolas o berros; con endibias; con frutos secos; con ajo y cebolletas; con tofu; con panes y masas de cualquier tipo. Los higos combinan de manera excelente con setas como el shitake; hojas verdes como espinacas, rúcula, escarolas o berros; con endibias; con frutos secos; con ajo y cebolletas; con tofu; con panes y masas de cualquier tipo.
1. Las fibras solubles ayudan a controlar los niveles de colesterol y de glucosa en la sangre y contribuyen a regular el tránsito intestinal. Su fibra soluble más importante es la pectina, que contribuye a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) en la sangre.
2. Gracias a la fibra, también pueden ayudar a controlar el peso gracias a su efecto saciante y un leve poder laxante. Comer dos o tres higos antes de la comida reduce el apetito, además, gracias a sus azúcares naturales ayudan a reemplazar los postres y los antojos de dulce.
3. Los higos contienen cantidades importantes de omega 3 y 6 que, junto con el potasio, permiten combatir diferentes problemas de salud relacionados con el sistema cardiovascular, como es el caso de la hipertensión arterial, riesgo de ataque cardíaco o problemas coronarios, entre otros. Están recomendados para controlar los niveles de presión arterial alta y reducir el riesgo cardiovascular gracias a su alto contenido de potasio. El consumo excesivo de sal es una de las principales causas de presión arterial alta y los higos pueden ayudar a crear un equilibrio para evitar que esta se incremente.
4. Sus minerales, en especial el calcio (35 mg por 100 gramos) y el magnesio (17 mg por 100 gramos) los convierten en una fruta adecuada para mantener en buen estado el sistema nervioso y músculo-esquelético.
5. Las frutas que contienen azúcares naturales ayudan a incrementar los niveles de energía y mejoran el estado de ánimo. Los higos son una buena fuente de azúcares naturales y nos pueden ayudar a empezar el día con energía.
6. El consumo regular de higos previene la degeneración macular. Comer, por lo menos, de 2 a 3 porciones de higos al día puede reducir y combatir significativamente este problema que afecta especialmente a los adultos mayores de 60 años.
Galette de Higos Secos
Ingredientes
1 taza de harina
1 cucharada de mantequilla
1 huevo
ralladura de 1 naranja
pizca de sal
Relleno
250 gramos de higos secos (20 higos)
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